Gloriosa bienvenida

Caminaba lenta bajo mi capa negra, y la capucha puesta, se dejaba a la vista un vonito vestido corto que se ceñia a mi cuerpo mostrando algunas leves curvas que sobresalian de mi cuerpo de niña de 15 años. Llevaba mucho tiempo navegando por el inmenso oceano, solo para llegar aquí desde mi ciudad de origen, venía en busca de alguien especial, que necesitabamos para formar parte de los volturi, gente valiosa y con sufiente poder como para pertenecer a esta, y yo siendo de las mas poderosa, me toca la función de persuadir a los objetivos señalados por nuestro jefe.

A ambos lados de mi esbelto cuerpo pasaban humanos, y algunos corrian entre el follaje. Todos riendo felices, pero de momento no detectaba ningun vampiro objetivo.

Correteaba suavemente por cada rincón del diminuto Forks, ojo avizor, más que nada por si pasaba algo interesante. Había estado visitanbdo a los Cullen, y conociendo a los nuevos miembros de esta familia, auqnue, también, me había dado tiempo a investigar por los alrededores, y enterarme un poco de los Quileutes esos que vivían cerca de aquí. Y, sin embargo, nada se comparaba con el interés que empezaba a mostrar por aquella niña, perfecta, claro está, que se movía bajo una capa negra, por en medio del parque.

Sonreí con gran amplitud, y esperé a situarme a unos pocos metros de ella, y cuando lo hice, dibujé una reverencia con la cabeza, mirándola con atención. Reconocía ese olor, pues tantas veces lo había olido... Una Volturi en Forks. Se me hacía raro e interesante, al mismo tiempo, todo había que decirlo.

(Off: ¿se puede? )

FDR:(siii)


Seguía caminando, cuando un olor a vampiro llego a mi, cada vez se acercaba mas, y seguia mis movimientos, asi que me quité la caperuza, y me gire, conindiferencia en mis ojos escarlata, para ver açcomo una chica perfecta,bella, me resultaba familiar..pero no lo recordaba exactamente.

-¿por que me seguis?-pregunté con una voz dulce y cantarina, de una niña, pero algo mas apagada de lo normal.

(Off: ^^)

Su voz era tal y como la recordaba, creía yo, con aquel tono mezclado de adolescencia-adultez que caracterizaba a los vampiros como ella, jóvenes, aquellos que serían unos chiquillos de catorce-quince años de por vida, toda la eternidad. La miré como solía yo mirar a la gente, con fascinación, e incliné levemente la cabeza, asintiendo a sus palabras, aunque parecía más una reverencia que otra cosa.

-No la sigo, señorita, solo la observo con fascinación, pues no es muy... común, digámoslo así, que gente de su "clase" está pululando por tal sitio-dije con mi voz dulzona y cantarina, mirándola sonriente.

Miré con desprecio a la vampiro inferior. -No esperaba menos, pero mas aún así no voy buscandola a vos, pues ya que vos no teneis...como decirlo....ese toqué especial, que algunos tienen-dije fria y distante.

-Mantenga discrección, damisela, mas no me gustaría que nuestra "especie" se vea afectada por una...una....-dije sin enconrar adjetivo y mirandola despectivamente.

-Más prospero sería si no me mintieseis, ya que yo tengo información de primera calidad, y me ha informodao que un clan de por aquí llamado Cullen, posee un jovencito muy peculiar-dije con una sonrisa malevola, mientras que un rayo de frialdad cruzadaba mi mirada escarlata, que haría retroceder asta al más vliente de todos los vampiros.

-No me fio de usted, joven, ya que creo cigamente en mis fuentes si no ya saben lo que les pasa,-dijje con una sonrisa impasible.-Además, el poder del jovencito es muy beneficioso para nuestro poderoso clan.